domingo, 9 de abril de 2017

Historias con bizarría.

LA IMPOSIBLE TOMA DE COLINA REFLEJO.
A su llegada al campamento de control el soldado realizó un saludo marcial y luego se presentó de manera disciplinada. El rango superior en seguida quiso saber sobre el transcurso de los acontecimientos. A lo que el soldado raso señaló con un ademán, que pretendía ser firme, hacia el punto donde debió colocar la bandera. Otro soldado de su mismo rango, miró a través de unos prismáticos y con un semblante de perplejidad absoluta le pasó los binóculos al eslabón más alto en la tienda de campaña. Renglón seguido, el soldado comenzó el relato de su periplo hasta la toma de la colina. En sus palabras titubeaban los actos adiestrados que le llevaron al pie del mismo montículo, cuando despuntaba el alba, tal y como estaba previsto. Después su historia escaló por las rocas que bordean la cumbre, no sin antes haberse deshecho de varios enemigos que pretendían emboscarle en mitad del camino. Entonces se disponía a tomar la cima con gallardía, pero una vez allí, contempló que otro soldado raso colocaba una bandera del mismo color. Ambos se quedaron mirando fijamente con la sensación de estar observándose frente a un espejo. A continuación, los dos enemigos se presentaron respectivamente para evitar un error del propio mando. Sin embargo, el sol comenzaba a brillar y rebelaba sus posiciones, lo que ponía en riesgo toda la misión. Solo quedaba clavar las banderas en la cumbre despuntada para bajar la colina a presentar informe. 

UNA CITACIÓN CON CARÁCTER RETROACTIVO.
“Aquellos ojos oscuros sumían al observador en una profundidad vertiginosa, delirante y rápidamente lo portaban a un sentido más superfluo de la propia existencia [...]”. Las descripciones rondaban en su mente una y otra vez, en la forma de un rostro que impactara de forma directa en la conciencia del protagonista de su novela. El cuerpo de semejante ente angelical, también fue presa, en la ficción, del prolífico y febril escritor. “[…] unos pechos tersos se traslucían en su volumen que dibujaba un perfil hermoso sobre el vestido, tan apropiado, tan completo de una silueta femenina, aparentemente más delgada.” Escribió entre otras cosas en tantas noches sin dormir, y la suma de las virtudes destacadas cosechó los frutos de un triunfo. Aquella obsesión, parecía más la perspicacia de un autor atormentado por la letanía de una amada en ciernes, que la simple y pura narración de una ficción imposible. “Cada uno de sus pasos era firme e hipnótico en una danza catártica de marfil, seguidos muy de cerca por el replique de tacones finos que elevaban sus pequeños pies, para protegerlos de la inmundicia del suelo que pisaba.” Las escenas de cama no parecían ser menos explícitas y eso quedaba constatado en la acertada crítica, abundante y reprobadora, que se hacía eco de su trabajo. En cierta ocasión debió acudir a una firma de libros a un país extranjero, un lugar que desconocía por completo, empujado por la editorial a cumplir con sus obligaciones de contrato. Y fue allí donde recibió una extraña citación judicial para esclarecer los términos respecto a los derechos de la intimidad ajena. Pues aquel personaje femenino que había robado parte de su tiempo era una mujer hermosa pero discreta, tal y como él había descrito, palabra por palabra, terriblemente celosa de su vida anónima.

domingo, 2 de abril de 2017

Juego experimental: Sistema cerrado. Modo ascenso.

 

INTRODUCCIÓN:
Tras reinterpretar las reglas que definían la mecánica del juego y el modo de uso de la libreta de contabilidad se logran cambiar las variables en la práctica, y unas condiciones distintas para que el juego sea limitado y finito. En este caso, los factores de variabilidad de valores en los jugadores se regulan por la aleatoriedad de lo dados en un cincuenta por ciento, el restante porcentaje se define en la estrategia para lograr la meta definida.

PASOS PARA EMPEZAR A JUGAR:
- Para descargar el manual completo en PDF, hacer clic en el siguiente enlace:
- Todas las fichas, dados y monedas que se describen en el juego pueden obtenerse en tiendas especializadas o remplazarse por fichas de otros juegos: por ejemplo, fichas del poker para el efectivo.
- Para descargar la "Hoja de Contabilidad", hacer clic sobre la siguiente imagen y guardar el JPG en máxima resolución.

domingo, 26 de marzo de 2017

Rasiq el fabulador: El arma de un héroe.

Los años se sucedieron y la familia de Rasiq fue grande y próspera. Su sabiduría le permitió vivir en paz, construir grandes centros de estudios y bibliotecas que recogían todo el saber del mundo conocido. Sin embargo, una pandémica plaga azotó las provisiones del imperio, trayendo consigo la hambruna. La enfermedad hizo acto de presencia y las muertes en la familia de Rasiq se sucedían sin poder remediarlo. Y tras la plaga, el emir que había sobrevivido había visto perecer a sus hijos y a todas sus esposas. Este quedó tan afectado por los horribles acontecimientos que muchos habitantes se hicieron eco de su desconsuelo. Los habitantes comentaban con lengua viperina la profunda infelicidad del gobernante. Entonces, una noche oscura Rasiq vio la oportunidad de abandonar su cargo. Y después de una ardua búsqueda por parte del califa se renovaron las maledicencias sobre la familia tocada por la tragedia.
Con el tiempo, se prodigaron algunos comentarios de las hazañas de un personaje al que nada retenía a quedarse demasiado tiempo en un mismo sitio. En otro lugar, entre oleajes de arena fina, se oían leyendas de un hombre al frente de una gran tribu, unificando a los nómadas que habían permanecido en perpetua guerra. Sin embargo, crítica o alago, todos coincidían en una misma cosa, el único anhelo de esta figura errante no parecía ser acaudalar poder, sino hallar el descanso.
Mientras tanto, mucho más lejos de la antigua ciudad de Rasiq, más allá de las adustas arenas, se alzaba un peculiar oasis entre montañas de arcillosa roca, sitiado por una constante caravana de viajeros muy dispares. Todos ellos buscaban al sabio más sabio que ocupaba aquel vergel remoto, contando con esmero historias de vidas pasadas.
Oíd, oíd esta historia que me llegó difusa, como el débil canto del arroyo, y a la cual deseo dar forma para todos los que prestáis vuestro preciado tiempo. En ella cierto joven decidido se inició en la tarea ardua de encontrarle un sentido a la vida misma. Mas, en muy poco tiempo tropezó con el oficio de custodiar al alcalde de una próspera ciudad. Allí, entre lustrosas almenas y dorados minaretes, observó las entrañas del poder mismo y descubrió las formas de llevar el sufrimiento a sus enemigos. Con el transcurrir del tiempo, el joven se convirtió en un hombre preciado para el pueblo y recibía de este, ofrendas para aplacar su beligerante severidad. Mas fuera el soldado tan impetuosos y sanguinario que muy pronto enloqueció. Aquel que había lidiado siempre con la muerte, de repente sufría una terrible maldición que se adueñó de su mente, por el miedo a la finitud acechante. Y de inmediato abandonó su cargo, entregándose a la mendicidad en su renovada búsqueda.
Habiéndose desplazado a mucha distancia, se encontró unas viejas ruinas donde solo había piedras soterradas y un curioso pozo tan profundo como seco. En aquel agujero horadado en el suelo halló el refugio de un djinn que habitaba la antaño ciudad. El demonio del desierto vio en el rostro compungido a un pobre loco al que poder engañar y en seguida, se interesó por sus anhelos más profundos con promesas de ayudar. Entonces el hombre le preguntó acerca del verdadero sentido de la existencia. A lo que el demonio le propuso una lustrosa situación, le daría abundancia y vida eterna pues ese era el preciso sentido de la vida, según sus palabras. Después de cumplir su parte, las ruinas quedaron transformadas en un oasis de abundantes frutos y ricas fuentes de agua de manantial. Pero el trato tenía una condición más, el maléfico demonio trastorno la apetencia del vagabundo, impidiéndole disfrutar de los frutos del vergel. Con los siglos, se forjó una nueva ciudad en torno al maravilloso oasis y a su ocupante más anciano, que veía como seguía envejeciendo sin disfrutar de cuanto había a su alrededor. Ya a una edad bastante avanzada, el loco inapetente se rindió y abandonó su búsqueda. Así decidió formar una numerosa familia en aquel sitio. Muy pronto, sus hijas se unieron a los hombres de mayor rango de las tribus asentadas, mientras sus hijos se convirtieron en miembros del principal consejo de la floreciente ciudad.
A pesar de todo lo que había conseguido, el longevo anciano continuó sumido en su maldición de inmortalidad. Cierto día, se dice que el último de su vida, caminaba por entre las vetustas piedras de la otrora ciudad, cerca del pozo seco, y encontró un objeto brillante semienterrado en la arena. Aquel tesoro era un sable curvo, grande, ligero y ostentoso. De este modo, el demonio caprichoso que habitaba en los cimientos de la ruina, quiso recordarle su fracaso en su búsqueda. Por contra, el anciano comprendió que aquella hoja jamás le había hecho justicia, durante su nefasto pasado, tan solo en los pasos sumados al forjar su propia historia, más fuerte que cualquier acero bruñido.

domingo, 19 de marzo de 2017

Rasiq el fabulador: Un ave del paraiso

Y al pasar los años, Rasiq cumplió con sus obligaciones como consejero y maestro fabulador, amenizando las noches del emir y de sus lejanos invitados. En una ocasión el poderoso califa quiso supervisar la gestión de la ciudad, todo un honor para un súbdito entregado como era el emir. Este poderoso gobernante venía acompañado de un enorme séquito, y parte de su gran familia, pues a todos llegó la fama del joven consejero. La ciudad se engalanó para la bienvenida con un despliegue de soldados en un espectáculo único, celebrado por todos los habitantes.
Para cuando el califa accedió al palacio del emir, pudo contemplar con sus propios ojos lo que en realidad quería corroborar. El emir había amasado en secreto grandes riquezas y además, había extendido su poder de influencia hasta las ciudades colindantes. Sospechándolo, el califa había seguido con recelo su actividad durante los últimos años. Por ello, su visita no significaba sino una medida para prevenir su poder en el trono. Durante los días en que se prolongó la visita, el califa campó a sus anchas por los dominios y observó que el emir jamás se despegaba de su consejero. Así pues, una noche mandó llamarlo a su presencia. Rasiq no sabía cómo dirigirse al poderoso califa pero sospechaba con cierto resquemor el motivo de la audiencia. Y cuando entró a los aposentos más lujoso del palacio contempló la hermosura de Sahrazad, la menor de las hijas, joven de piel fina como la seda y largos cabellos de rizos azabaches. También los ojos de la joven se posaron sobre el consejero, y le parecieron profundos como el mismo cielo de la noche. Fue entonces, que Rasiq supo cómo debía actuar para conseguir la mano de aquella belleza, salida del mismísimo desierto. En cuanto el califa le pidió que amenizara la noche con una de sus historias, el maestro fabulador se esmeró en sorprenderlo gratamente.
Oh, gran califa, vos que guardáis tanta sabiduría en el interior, oíd la historia que os narro porque responderá al deseo de vuestra visita. Pasaba el rato la rana muy cerca de la charca, allí donde se reúne las criaturas del Altísimo. En ese preciso instante, escuchó una incisiva voz que le decía detrás del oído: Soy el que disfruta volando siempre cerca de los demás, pero vos, ¿qué hacéis por aquí? A lo que la rana respondió a la voz invisible: Busco la placidez de la charca y aplacar el hambre. La voz aguda se rió de forma descarada y acto seguido apuntó: Yo no tengo ese problema porque mi alimento esta siempre donde se encuentran los demás. Y sin dudarlo un momento, la rana se dejó llevar por su instinto, desplegando su pegajosa lengua al cielo y capturando un sabroso mosquito, el cual se disponía a desangrar la piel del animal.”
El califa oyó las palabras y quedó asombrado de la perspicacia y sabiduría del consejero. Así que tomó represalias sobre el gobernante de la ciudad, pues era su posición una amenaza para los hombres de leyes. Después, quiso entregarle a Rasiq la mano de Sahrazad, a petición de la misma. Con este enlace el califa mantendría bajo su control el dominio de las tres ciudades vecinas. A continuación, se decretó la fiesta para celebrar el enlace del nuevo señor de aquellos lares. Y en la primera noche, cuando el marido quiso tomar a su esposa, este la tranquilizó como mejor sabía, con una breve historia en la intimidad.
Caminando por el bosque un leñador salió a un claro a descansar, pues en aquel lugar la brisa le pareció más agradable. De repente, oyó una voz que provenía de la rama más alta de un árbol. Asustado por la extraña presencia saludó al árbol por si este le respondía. Pero la voz insistía lamentándose por no tener un lugar donde anidar. Al fijarse mejor el hombre descubrió que aquella esquiva voz provenía de un hermoso pájaro medio oculto, con plumaje de colores vivos, unas alas llamativas y una hermosa cresta sobre la cabeza. La extraña ave revoloteó torpe y nerviosa por las distintas ramas, hasta que se presentó a una distancia prudencial ante el hombre, y dijo ser la hija de un acaudalado señor del desierto. Luego, le contó que había huido sin remedio debido a los hombres que anhelaban hacerse con su peculiar transformación por pura codicia. El leñador recordó que tenía guardado un poco de alimento y le construyó un nido que colgó de la rama más alta. Acto seguido, indicó a la supuesta mujer maldita que avisaría a su padre lo más pronto posible. El ave muy agradecida esperó noticias de aquel considerado humano, en la seguridad del refugio. Y días más tardes, este regresó junto a varios soldados de palacio. Tras volver juntos a su tierra natal, la joven pidió a su padre el favor de permanecer cerca del leñador y recompensarlo sabiamente, pues este era el único hombre que la había creído, salvándola de una muerte segura. El leñador se quedó en el palacio al cuidado del pájaro tan especial. Y al primer amanecer, la muchacha despertó con su antiguo cuerpo y junto al humilde leñador. Ambos amantes se casaron y tuvieron una vida próspera.”
Y al finalizar la historia, Sahrazad sintió la curiosidad de saber qué fue lo que impidió al leñador hacerse con el ave y así obtener una gran suma de dinero. A lo que Rasiq respondió que desde un primer momento aquel hombre supo ver una hermosa mujer tras la figura alada. Así pensó que esta había sido maldita por la envidia suscitaba su belleza.”

domingo, 12 de marzo de 2017

Rasiq el fabulador. Laudo el huerfano.

Harum se enorgulleció de todo lo que había conseguido su hijo en tan sucinto tiempo. Confiando en el buen porvenir de Rasiq decidió volver junto a su esposa Kadija y sus otros hijos, para contar a todos lo acontecido durante la travesía. Por su parte, el recién nombrado consejero pidió un permiso al gran emir que le permitiera viajar junto a él. Cruzarían el desierto, regresarían a su tierra natal, y allí presentaría a su esposa Ladda. Ese día, su familia organizó un gran festín al que acudieron todos los vecinos y amigos de Harum, alegres por las buenas nuevas. Y finalmente, junto a una comitiva que velaba por su seguridad, Rasiq prosiguió el viaje en busca de tan preciada inspiración, tal y como lo hiciera anteriormente su mentor. El camino se prolongó hasta topar con una hermosa ciudad pesquera, junto a la costa más taimada que habían visto sus ojos, donde obtuvo audiencia con los ancianos del lugar y oyó recitar multitud de historias sobre los tesoros ocultos, bajo antiguas ruinas custodia. También, oyó de poderosos hechiceros y alquimistas que arrebataban el poder al califa, mediante pactos con los djinn, demonios del desierto, tan antiguos como la propia existencia. Por no olvidar, las leyendas sobre encantamientos y sortilegios que dotaban de la victoria frente al enemigo más fiero, inclusive allende los mares.
Y al volver con su esposa, a la ciudad del emir, recibió la triste noticia de la muerte de su padre en la placidez del hogar. Rasiq pasó muchos días abrumado por aquel acontecimiento inesperado, pues hasta el momento no había perdido a ningún otro ser querido. Mas, cierto día el gran emir quiso conocer el estado del muchacho que ahora era como su propio hijo. A lo que el joven contestó de la mejor manera que supo. Se lo narró con una de sus historias en privado.        
“Oh, gran emir que impartís justicia y equidad, oíd la historia que os narro. Es el corazón un músculo doliente que deja trastornado el juicio de aquellos hombres que sufren de este mal. Había pues un joven en una pequeña aldea, llamado Laudo, el cual quedó huérfano. Y fue tal el dolor de su corazón, que le hizo buscar el refugio en los animales, pues estos le parecieron más humanos. Cierto día, Laudo decidió acudir a casa del hortelano al que debía entregar a tiempo unas semillas. Sin embargo, por el camino se entretuvo visitando primero las camellas del lechero. Al igual que hacía siempre, observó como eran ordeñadas. A continuación, se marchó al contemplar que estas pasaban el tiempo mascando sin ofrecer conversación alguna. Por el camino saludó a todos los perros y gatos con los que se cruzó. Pero tampoco estos animales quisieron devolver el saludo al joven obnubilado. Fue entonces, que al cruzaba la aldea copó su atención unas altas datileras en las que oía a los pájaros cantar entre sus ramas. Mas, cada vez que Laudo se aproximaba a los árboles, las aves guardaban silencio. Así que decidió retomar el camino y de paso, visitaría a las gallinas de otro vecino, aves más familiares para el joven. Y al cabo de un rato en el gallinero abandonó toda esperanza, porque las aves de corral tan solo deseaban alborotar. De nuevo en el trayecto, pensó que podía hacer una parada más, junto al cerrado en el que conviven los corderos del carnicero. Sin embargo, estos animales correteaban tras la cerca, ignorando por completo la presencia del muchacho. Después de haber completado el trayecto al fin, llamó a la puerta del hortelano. Pero allí no contestó nadie pues era demasiado tarde.
Entonces, de regreso a su casa contempló un frondoso palmeral que nunca había visitado. Los animales allí le parecían lejanos y esquivos, siempre esquivos a la mirada del hombre. Con esta idea rondando en su cabeza, el huérfano se adentró entre palmeras y en seguida, se percató de una extraña sensación, cuanto más avanzaba más voces podía oír. Reconoció que aquellos eran los sonidos propios de la naturaleza. Y nadie volvió a ver al muchacho por el pueblo.”
El gran emir comprendió con total claridad, la enorme aflicción que Rasiq guardaba en su corazón. Y por ello, decretó al instante que aquel día era una fecha señalada en el que se celebraba la pérdida del “viejo fabulador”, pues era hombre sabio y querido sobre la faz de la tierra. Mientras, a Rasiq le fue entregado su peso en oro, con la condición de hacer llegar dicho presente a su familia y así, atenuar el dolor de sus corazones.  

domingo, 5 de marzo de 2017

Rasiq el fabulador. Moscas y hormigas.

Harum era un humilde comerciante que dedicó toda su vida a la venta ambulante. Su pasión siempre le acompañó allí donde llegaba, con sus alfombras y tapices, pues sus viajes transcurrían entre chismes y leyendas que oía y luego narraba en forma de cuentos. Decidido a convertirse en un gran narrador de historias siguió recogiendo anécdotas que tejía con gran esmero y esplendidos resultados, hasta que se ganó el apelativo de “el viejo fabulador”. A todos gustaba y por ello, pasaban horas cerca del puesto para comprar su mercancía. Pero cuando Harum alcanzó la vejez decidió retirarse y ceder la mercancía a sus hijos mayores, Badis y Hassan. Sin embargo, ninguno de los dos contaba con la maestría narrativa de su predecesor. Por contra, Harum confió en un tercer hijo, que siendo el menor se convirtió en su favorito, pues el pequeño Rasiq siempre fantaseaba con los cuentos. Al hacerse mayor el muchacho, el viejo fabulador pensó que debía emprender un viaje para encontrar el lugar donde llevar la sabiduría del narrador, pues su fama había recorrido las ciudades más próximas a ese lado del desierto. Durante días lo discutió con su esposa Khadija, que permanecía totalmente en contra de aquella empresa de locos. Así que a espaladas de todos, padre e hijo se unieron a una enorme caravana que viajaba al este. Durante la travesía amenizaron las noches heladas con algunas historias entre los demás. Y a la hora de dormir sus mentes se encontraron en tierras exóticas.
A varios días de paso, la caravana topó con una enorme muralla que protegía la primera ciudad. Harum decidió que aquel sitio en mitad de la abrasiva arena del desierto era idóneo para iniciar a su vástago. Con esta idea fija, se lanzó a narrar viejas historias, atrayendo en seguida la atención en donde jamás puso un pie antes. Muy pronto llegó a oídos del gran emir de la ciudad la maravillosa habilidad de Harum y su joven acompañante. Este quiso encontrarse con ellos en persona para oír de primera mano su peculiar vida. Entonces, el viejo fabulador preparó la mejor versión de todo cuanto le había acontecido y al finalizar su alegato, dejó a su descendiente como heredero de aquella sabiduría, curtida con el paso del tiempo. Al instante, el emir nombró al muchacho su narrador personal.
Por aquel entonces, la ciudad tenía un conflicto con dos grandes clanes vecinos. Al este, la dinastía de jóvenes herederos adquiría mayor poder mediante las artes del pillaje en sus fronteras. Al oeste, el otro clan era víctima del robo y el saqueo cometido por los bandidos del desierto. El emir permanecía siempre deprimido, debatiéndose en la resolución de este problema político, pues antaño ambos clanes eran aliados de la ciudad. Cada noche, el hombre añoraba el descanso y pedía a sus fieles el entretenimiento que obligara a su mente a huir de estos y otras disyuntivas. Primero, probó a hacer volar palomas, halcones, y otros espectáculos con fieras. Después, se recluyó en sus baños, siempre rodeado de su aren más privado. Finalmente, Harum y Rasiq decidieron preparar una pequeña fábula que alumbrara al gran emir en su toma de decisiones. Una noche Rasiq se acercó al emir y le contó en la más estricta confianza:
Oh, gran emir que impartís justicia y equidad, oíd la historia que ahora os narro. Pues sé que cierta ocasión, en un poblado hormiguero a los pies de un viejo naranjo, vivía una insignificante hormiga. Dicho insecto salió en busca de alimento como había hecho de costumbre. Mas quiso dios que ese día una mosca engreída se acercara a la displicente hormiga, a ras del suelo, para alardear de su trompa y sus alas, con las que podía rastrear los frutos maduros caídos del árbol. A continuación, la mosca se alejó haciendo círculos. Entonces la hormiga se fijó en la trompa y deseó tener una igual para mayor tener certeza del lugar donde caía el alimento. Luego, se fijó en las alas y deseó tener unas iguales para tomar el vuelo y llegar antes al alimento. Así pues, no le quedó más remedio que seguir a las moscas a ras de suelo, mientras estas arriesgaban sus vidas frente a la multitud de arañas que poblaban la copa del viejo árbol. Cuando al fin se posaron unas cuantas, atraídas por el hedor de una enorme naranja podrida, la hormiga satisfecha marcó el lugar exacto y emprendió el camino de regreso al hormiguero. Allí avisó al resto de sus hermanas que no dudaron en tomar la fruta podrida. Pues para las moscas era el vuelo.”
El emir satisfecho por la esclarecedora historia lo ascendió en seguida a consejero y le regaló su primera mujer Ladda, una hermosa joven escogida de su aren privado. A partir de aquí, Rasiq fue reconocido por todos como “maestro fabulador”.

domingo, 26 de febrero de 2017

Ejercicio de escritura: Fragmentos creativos.

INTRODUCCIÓN:
Lo ideal para dar comienzo una nueva narración no siempre debe ceñirse a un decisivo inicio. En algunos casos ciertos escritores utilizan el desenlace de la historia como un recurso del que partir en la creación del inicio y nudo. Por otro lado, si es cierto que las historias son más orgánicas cuanto mayor adaptabilidad a la hora de corregir su argumento principal, para añadir o quitar pasajes. En este sentido, una producción constante de pequeños relatos siempre con un sentido común, a modo de ejercicio práctico, puede proyectar una historia definitiva con multitud de personajes interdependientes. De este modo también damos forma progresiva al texto narrativo, aunque de manera improvisada y tangencial. Para crear estos microrrelatos obviaremos los tiempos, las personas o las formar gramaticales. Así crearemos una cantidad de material adicional que conformará a su vez un mundo repleto de lugares y personajes libres para ceñirse a distintas líneas argumentales, lo que ofrece mayor libertad a la historia.


Para contemplar un esbozo de esta creación proyectiva he dado forma a un par de ejemplos, compuestos por cuatro microrrelatos con un mismo sentido.  
NARRACIONES PARA UN RELATO NEGRO:
1.- Cada noche se repite como una mala sinfonía en el fondo de la cabeza. Salir a la calle buscar a una nueva persona, estudiar sus movimientos habituales y no dejar nada a la improvisación. Tan solo cambiaban los lugares o las personas, pero el método siempre es el mismo. Por desgracia, todo esto funciona como una droga para él, pues la noche que no se apaga una vida, esa noche no se duerme. Sólo se bebe hasta perder el sentido.
2.- Había bajado al encuentro de lo más profundo del ser humano. Allí donde se hallan la autodestrucción y la violencia gratuita. Gracias a la preparación que recibió en el pasado sabía que siempre lograría salir indemne. Por otro lado, no le quedaba más remedio, pues su trabajo le obligaba a regresar siempre. Aún sin deseos. ¿Acaso había visto algo distinto a lo largo de toda su vida?
3.- Ni el mejor escritor de novelas negras habría pensado en un lugar tan propicio. Aquel paraje sucio describía el rodaje de una película, tirando de todos los tópicos imaginados. Por lo habitual el ambiente permanece caldeado, y nadie se extraña si cada semana ocurre unas cuantas desgracias. De esas que los periódicos utilizan para copan infinidad de titulares, por su interés mediático. El rumor en estos lugares siempre funciona como la pólvora. Se deja llevar como una brizna por el aire. Solo que el aire a veces empuja a las veletas. Y las veletas señalan distintas direcciones.  
4.- Ella no conoció a nadie tan determinante para su vida hasta aquel entonces. En estos casos, siempre suele ser mujeres fatales. Es una constante de estas historias truculentas que describen las complejidades humanas. Pero y qué si no tenía un pasado turbio. No le debía nada a nadie. Aunque el tiempo la había llevado por lugares que se ocultan para no molestar, porque empañan grandes nombres, siempre parecía haber pasado de puntillas. Ya que muy pocos recordaban su rápido ascenso en el negocio.
NARRACIONES PARA UN RELATO DE FICCIÓN:
1.- Quedar en un lugar para conseguir el silencio absoluto de más de un centenar de viandantes, parece un imposible desde su propio planteamiento. Pero si algo llevaba bien el núcleo del grupo era eso precisamente, proyectar sobre los demás la carente necesidad de imitar al resto. Una veintena, no más, se reparten por las calles e incitan a los individuos a guardar silencio ante la posibilidad de un cambio repentino. Pero nadie sabe el porqué. Pues la calle principal, en plena tarde de domingo, queda callada sin motivos como en una reverencia al día.  
2.- En aquellas partes más populosas del mundo se pueden experimentar situaciones complejas. Las grandes ciudades contienen los ingredientes idóneos que se relacionan en tales guisos, tan inesperados. Sales una tarde a pasear al parque que hay junto a tu casa y contemplas los pájaros, junto al resto del ecosistema urbano. Pero y si la misma ciudadanía rompe con esa actividad tan cotidiana. De repente, una actitud se impregna, se contagia, como una virulenta mueca imposible de no seguir. Entonces piensas que el resto tiene razón. Y es cuando el peso de la mayoría te obliga a subir sobre un banco, mientras buscas en derredor algo que nunca llegará.
3.- Muchas habían contemplado la posibilidad de retozar con la mente del movimiento. No era un secreto que era un hombre libre y además libertino. Pero ella lo admiraba más allá de las posibilidades físicas. Pues había observado en sus ojos la pasión de impactar en los demás, para romper la tediosa monotonía. Sin embargo, no podía llamar la atención del que falsea la realidad. Sólo se supera su realidad, protagonizando una extraña situación en la que ambos se vean involucrados. Y romper sus expectativas.
4.- Las noticias se pueblan con el tema de moda, el de los llamados “modificadores de la ciudad”. Los medios escogen sus vídeos caseros subidos la red, y en los que se observan las extrañas actividades que perturban al ciudadano medio. Pero solo en su forma de contemplar la realidad de las ciudades. Allí donde la ley lo permite, se crean diálogos en mitad de una plaza, mediado por una especie de ponente escogido por el resto. Allí donde la ley lo permite, la valentía cruza el límite pero jamás lo rebasa.